viernes, 13 de abril de 2012

Fin de semana en BARCELONA


Esto de querer optimizar el tiempo y comprar vuelos que salgan bien temprano es un arma de doble filo. Levantarse a las 4 de la mañana cada 3 días no tiene mucha onda, y menos si no es por trabajo, pero el destino siguiente siempre es más tentador que quedarse durmiendo unas horas más….bueno, no lo sé, justamente hoy estoy escribiendo desde el aeropuerto de Barcelona, para lo que me levanté a las 5.15 hs a fin de abordar el vuelo de las 9.55 hs a Venecia. El fin lo vale, claro que sí. En este caso el medio es el vuelo de “vueling”, una empresa que vende vuelos no tan baratos, en aviones con los microasientos más pequeños del mundo, y un servicio abordo donde te cobran hasta el cafecito que eventualmente quisieras tomar, ya que dormir no se puede porque tu espacio es mínimo.
Pero ahorremos espacio, ya que hablar de Barcelona va a ocupar muchas líneas.
El aeropuerto de Barcelona está buenísimo. Enorme y perfectamente conectado con la ciudad, tal como ya nos hemos acostumbrado en este país. Con un bus de línea llegamos a destino, el hostel Residencia Eixample, agradable y tranquilo, y en un buen lugar en relación al precio. Como de costumbre, Damián me hace tirar las mochilas y salir urgente a caminar, así que eso hicimos, y lo primero que vemos de Barcelona es gente, gente y mucha gente por todos lados. Con mochilas, valijas, en bicicleta, en moto, esto es un quilombo. Pero un quilombo que está bueno, porque la ciudad está preparada para eso. Turística a pleno, Barcelona ofrece de todo. Mercados, playa, gastronomía para todos los gustos. Es una ciudad inmensa, bohemia y también, cosmopolita. Restaurantes chinos, supermercados árabes, kioscos y carnicerías argentinas. Lo que sí, no hay un puto cartel en español!!! Todo en catalán, y abajito bien chiquito en español e inglés, pero es mucho más de lo que se puede encontrar en Buenos Aires, para variar. Hasta el tipo que vende artesanías tiene la amabilidad de aprenderse dos o tres palabras en tu idioma para hacerte sentir bien atendido. Es que nadie te atiende mal, ni de mal humor!
Las Ramblas es como un boulevard céntrico por el que podés caminar cuadras y cuadras hasta la playa, rodeado de puestos de todo: chocolates, helados, artesanías, souvenirs. Sigue habiendo de esos tipos que trabajan de estatuas, ignoro los motivos por los que la gente se para adelante a  mirar. A mí me pasa eso en las vidrieras de tortas y huevos de pascua, que son espectaculares! Y a Dami, en los puestos de Jamón ibérico y quesos. Seguimos caminando por el Barrio Gótico, que nada tiene que ver con ciudad gótica, aunque de tanto en tanto aparece alguno disfrazado de algo porque Barcelona es la capital de las despedidas de soltero en Europa...pensar que nosotros lo organizamos en un tenedor libre…. Callecitas y callejones, algunos lindos y otros algo tenebrosos, mezcla de lo viejo con lo nuevo. Negocios de ropa de diseño, bares y sex shops, mezclados con iglesias antiquísimas, puentes romanos y centros culturales.
Otra vueltita por la Barceloneta, una playa céntrica, poblada de gente , músicos callejeros y puestitos de cerveza y tragos. Si no hubiera estado tan fresco y ventoso, hubiera sido el momento ideal para tomar un descanso, pero Damián dice que hay que seguir caminando, así que un par de mates y a continuar.
La Catedral de Barcelona también tiene lo suyo, digno de ser visitado en el horario de entrada gratis. Al salir, ya agotados, nos damos cuenta de que al día siguiente sería domingo de Pascua, y el Lunes también sería feriado (“la mona”, como le dicen…es que hay que descansar hombre!!). Así que salimos de compras rápida y cuasi compulsivamente a nuestra casa de deportes favorita: Decathlon, donde venden ropa que nos encanta, a precios algo convenientes para nosotros. Lástima que todo no entra en la mochila, y que por los feriados no podemos hacer un envío a Buenos Aires, así que por ahora, la VISA se encuentra a salvo…
El día siguiente es para conocer la arquitectura de Gaudi. Este flaco era un arquitecto muy famoso, que vivió hasta 1926 donde murió en un accidente de tranvía. Hay que tener mala suerte eh. La cuestión es que era super famoso en lo que hacía, tanto que le encargaban el diseño y la construcción de lugares emblemáticos de Barcelona. Primero pasamos por la casa Batlló, que es una casa increíble a la que Gabi, nuestra vecina y gran conocedora, nos recomendó entrar enfáticamente. Pero  hay que pagar 14 euros. Decidimos que preferimos entrar a la Sagrada Familia, así que hasta luego casa Batlló! Serais visitada en nuestro próximo viaje.
La Sagrada Familia en una cosa gigante, que se ve desde cualquier punto de la ciudad, y que a pesar de haber sido diseñada por Gaudi, este tipo se murió sin verla terminada. Es que todavía la están construyendo! Es una iglesia o una catedral? No sé, pero tiene un diseño fumadísimo, unos vitreaux super coloridos, y locas esculturas representando los distintos momentos de la historia de Jesús. Siguiente visita: el Parc Güell, un parque inmenso, divino, también diseñado por este Gaudi, donde también estaba su casa (donde también hay que pagar para entrar, donde también no entramos.) Día de sol, domingo, lleno de gente por todos lados. Mi paciencia tiene un límite, y cuando ya no soporto que me empujen o se me suban arriba para sacar una foto, me voy. El metro nos lleva hasta la otra punta, el Parc Montjuïk, pero ya es la tarde, y el tiempo (y la energía) sólo nos alcanza para caminar por los jardines y conocer el castillo que está en lo más alto. Tiene una vista preciosa del mar!! Más abajo hay museos (de etnología, de arqueología) que por cuestiones obvias no llegaremos a visitar. Con el mismo boleto de metro, también te tomás el colectivo, así que volvemos al centro de la ciudad y disfrutamos de un show de aguas danzantes en la Fuente Mágica. Queremos salir de noche, pero el cuerpo dice basta, así que solo atinamos a buscar un  supermercat (vieron, ya hablo catalán) y comprar una pizza para calentar en el horno eléctrico.
Ultimo día en Barcelona, y en España, este país que tan maravillada me dejó, y al que pienso volver en cuanto pueda. Decidimos hacer vida “tranquila”, así que dimos vuelta por el Parque de la Ciudadela, y tantos otros, porque Barcelona está lleno de parques para hacer picnics y sobre todo, andar en bici. España es Bici friendly, ya lo dije. Luego caminamos por el centro e hicimos una parada técnica para tomar un capuccino con crema y una torta que ya está depositada correctamente en mi  tejido adiposo.
No quiero irme porque nuestros días en España han sido maravillosos, tanto como la gente que nos hemos cruzado y los lugares deslumbrantes que hemos visitado. Les digo un “hasta luego” mientras despacho mi mochila (que ya pesa un kilo y poquito más que antes) y preparo el itinerario para nuestro próximo destino: ITALIA!!!

No hay comentarios:

Print Friendly and PDFPrintPrint Friendly and PDFPDF